Un timo, cuento de Anton Chejov


Leemos a Anton Chejov:

Un timo



En la vieja Inglaterra, los delincuentes condenados a muerte gozaban del derecho a vender en vida sus cadáveres a los anatomistas y fisiólogos. El dinero obtenido de esta forma lo legaban a sus familias o se lo bebían. Uno de ellos, preso por un crimen horrible, llamó a la cárcel a un médico y, tras regatear hasta el hartazgo, le vendió su propio cuerpo por dos guineas. Pero al recibir el dinero, de pronto, empezó a reírse a carcajadas.
—¿De qué se ríe? —se asombró el médico.
—¡Usted me compró el cuerpo creyendo que yo iba a ser colgado —dijo el delincuente sin parar de reír—, pero yo lo timé! ¡Voy a ser quemado!



Para seguir leyendo: Cuentos de Latinoamérica

Taller a distancia

foto: http://morguefile.com/

Este es un taller de enseñanza de escritura.

Vemos los distintos tipos de discursos y sus usos. Discurso directo, indirecto e indirecto libre.

Lo importante es lograr que el texto atrape al lector. Y, para eso, buscaremos mostrar lo que pasa más que contar lo que pasa. La idea es aprovechar los recursos para crear un cuento o una novela.


Método de corrección:

Se lee el texto completo.

Primero se ve si tiene valor literario —si es cuento o no—. Si hay cuento, se pasa a la corrección de estilo. Si no hay cuento, hay que trabajar en la parte estructural: se plantean las modificaciones posibles para que el texto se convierta en un cuento.

Después se corrige el estilo, párrafo por párrafo, hasta que el texto quede perfecto para presentar en concursos o donde sea.



Importante: las correccionesde estilo se hacen SIEMPRE respetando la voz de cada autor.

Podés escribirme a coralezziclaudia@gmail.com


¿Qué queremos decir?

Dice Juan Carlos Kreimer:

"Rara vez alguien que escribe sabe anticipadamente lo que va a resultar —y cuando cree que lo sabe, siente que el texto carece de gracia—. En verdad, aunque el texto nos salga de corrido y se parezca mucho a lo que teníamos en mente, en el momento de escribir descubrimos, probando, qué es lo que queremos decir".




El narrador

En narrativa contamos con diferentes voces: la de los personajes, que comunican lo que quieren decir a través del diálogo. Y con otra voz, una que va guiando al lector, contándole qué hacen y qué piensan esos personajes. Esa voz es el narrador.




El narrador puede contar la historia desde uno de los personajes, sea o no el protagonista de la historia; puede contar desde afuera de la escena, o puede contar desde varios puntos de vista.
Existen diferentes narradores: neutro, protagonista, testigo, omnisciente, cuasi-omnisciente y suprasciente.

¿Cuándo debemos usar uno o el otro?
El contexto nos dirá cuál de todos los narradores necesitamos.

Un cuento clásico


La casa encantada


Anónimo
Una joven soñó una noche que caminaba por un extraño sendero campesino, que ascendía por una colina boscosa cuya cima estaba coronada por una hermosa casita blanca, rodeada de un jardín. Incapaz de ocultar su placer, la joven llamó a la puerta de la casa, que finalmente fue abierta por un hombre muy, muy anciano, con una larga barba blanca. En el momento en que ella empezaba a hablarle, despertó.
Todos los detalles de este sueño permanecieron tan grabados en su memoria, que por espacio de varios días no pudo pensar en otra cosa.
Después volvió a tener el mismo sueño en tres noches sucesivas. Y siempre despertaba en el instante en que iba a comenzar su conversación con el anciano.


Pocas semanas más tarde la joven se dirigía en automóvil a una fiesta de fin de semana. De pronto, tironeó la manga del conductor y le pidió que detuviera el auto. Allí, a la derecha del camino pavimentado, estaba el sendero campesino de su sueño.
—Espéreme un momento —suplicó, y echó a andar por el sendero, con el corazón latiéndole alocadamente.
Ya no se sintió sorprendida cuando el caminito subió enroscándose hasta la cima de la boscosa colina y la dejó ante la casa cuyos menores detalles recordaba ahora con tanta precisión.
El mismo anciano del sueño respondió a su impaciente llamado.
—Dígame —dijo ella—, ¿se vende esta casa?
—Sí —respondió el hombre—, pero no le aconsejo que la compre. ¡Un fantasma, hija mía, frecuenta esta casa!
—Un fantasma —repitió la muchacha—. Santo Dios, ¿y quién es?
—Usted —dijo el anciano, y cerró suavemente la puerta.

Faltan pocos días...



En febrero, arrancamos el año de taller.
Si querés presenciar una clase, te espero.
¡Escribime y combinamos!




¿Andás buscando un taller literario por Palermo?

El Taller de Corrección Literaria en Narrativa es un taller de enseñanza de escritura —para principiantes y avanzados— donde se estimula la composición literaria y se trabaja en la corrección, puliendo y ajustando el lenguaje de acuerdo con cada contexto.
Encuentros semanales de 1 y 1/2 hs.






¿Hubo invitados? o ¿Hubieron invitados?

HUBIERON: USO CORRECTO

La forma verbal hubieron es la que corresponde a la tercera persona del plural del pretérito perfecto simple o pretérito de indicativo del verbo haber: hube, hubiste, hubo, hubimos, hubisteis, hubieron. 

USOS CORRECTOS:



Esta forma verbal se emplea, correctamente, en los casos siguientes:
Para formar, seguida del participio del verbo que se está conjugando, la tercera persona del plural del tiempo compuesto denominado pretérito anterior o antepretérito de indicativo: hubieron terminado, hubieron comido, hubieron salido.
Este tiempo indica que la acción denotada por el verbo ha ocurrido en un momento inmediatamente anterior al de otra acción sucedida también en el pasado: Cuando todos hubieron terminado, se marcharon a sus casas; Apenas hubieron traspasado el umbral, la puerta se cerró de golpe.
En el uso actual, este tiempo verbal aparece siempre precedido de nexos como cuando, tan pronto como, una vez que, después (de) que, hasta que, luego que, así que, no bien, apenas.
Prácticamente no se emplea en la lengua oral y es hoy raro también en la escrita, pues en su lugar suele usarse, bien el pretérito perfecto simple o pretérito de indicativo (Cuando todos terminaron, se marcharon a sus casas), bien el pretérito pluscuamperfecto o antecopretérito de indicativo (Apenas habían traspasado el umbral, la puerta se cerró de golpe).
Como forma de la tercera persona del plural del pretérito perfecto simple o pretérito de indicativo de la perífrasis verbal haber de + infinitivo, que denota obligación o necesidad y equivale a la más usual hoy tener que + infinitivo: El director y su equipo hubieron de recorrer muchos lugares antes de encontrar los exteriores apropiados para la película.

USO INCORRECTO:

No se considera correcto el uso de la forma hubieron cuando el verbo haber se emplea para denotar la presencia o existencia de personas o cosas, pues con este valor haber es impersonal y, como tal, carece de sujeto (el elemento nominal que aparece junto al verbo es el complemento directo) y se usa solo en tercera persona del singular.
Son incorrectas oraciones como:
Hubieron muchos voluntarios para realizar esa misión.
No hubieron problemas para entrar al concierto.
Debe decirse:
Hubo muchos voluntarios para realizar esa misión.
No hubo problemas para entrar al concierto.