Ecos de mi propio mundo

En su ensayo Mientras escribo, Stephen King habla de "eso" que buscan los  lectores en general. 
Y lo dice así:



En general, la gente  que compra libros no se guía por el mérito literario de una novela. Quiere una historia entretenida para el avión, algo que los cautive desde el principio, que los absorba y los impulse a girar la página. Esto, a mi juicio, ocurre cuando los lectores reconocen a los personajes, su comportamiento, su entrono y su manera de hablar. Una manera de que el lector se sienta dentro de la novela o el cuento es que oiga ecos muy fuertes de lo que vive y piensa.

Stephen King

Lo literario





Todo texto literario funciona como un sistema; ello quiere decir que existen relaciones necesarias y no arbitrarias entre las partes constitutivas de ese texto.

Tzvetan Todorov

¿Quién dijo que los grandes genios no corregían?


Escribir y corregir:
Mi experiencia —como escritora, primero; y como coordinadora, después— me enseñó que el autor normalmente no ve los errores estructurales de su texto. Esto sucede por la sencilla razón de que él, como autor, conoce al dedillo lo que ha escrito y también lo que no ha escrito (ojo, no hay que decirlo todo; pero tampoco se deben dejar cabos sueltos).
Así que, siempre viene bien que otra persona, alguien que no conozca el texto, nos de su opinión, nos diga qué es lo que entiende. Es una buena manera de saber si dijimos lo que queríamos decir.




Foto de un manuscrito de Madame Bovary, Flaubert.

Así se cuenta un cuento



Las palabras pueden combinarse de maneras infinitas para lograr infinitos objetivos.
Pero tengamos en cuenta que cualquier historia que contemos —infantil, romántica, de horror— debe dejar bien claro, desde el principio, quién cuenta (punto de vista), dónde se desarrolla la acción y qué hacen los personajes mientras hablan.

Escribí un cuento, ¿lo publico?


"El novato se lanza hacia delante sin mirar, contando únicamente con su experiencia, pensando que la vida que ha vivido y las péliculas que ha visto le dan algo que contar y una forma de contarlo. Sin embargo, valora en exceso la experiencia. Obviamente, queremos escritores que no se escondan de la vida, que la vivan profundamente, que la observen con detenimiento. Eso es vital pero no suficiente."

Robert McKee




Esto que expresa McKee sobre los guionistas, viene muy bien a la hora de explicar por qué muchas veces encontramos errores insalvables, en textos que no pasaron por un taller de corrección.

Leer para aprender




La lectura nos enfrenta a mundos desconocidos, fantásticos, maravillosos.
El escritor disfruta de esos mundos, pero también estudia línea por línea la obra literaria. Porque es ahí donde encuentra la fuente de procedimientos de estilo.

Claudia Cortalezzi
 

Un maestro del diálogo


No olvidemos hacer hablar a nuestros personajes.



"El diálogo da voz a los personajes, y es esencial para definir su manera de ser".


Stephen King

 

¿Por qué corregir?


Si la imaginación no es inflexiblemente dirigida, ¿quién puede saber dónde se detendrá? El mejor talento se deja arrastrar por ella.
 
Antoine Albalat 




Leemos a Baldomero Lillo


 ¿Leemos?



Les dejo tres cuentos de este gran escritor chileno:








Baldomero Lillo Figueroa nació en 1867 y falleció en 1923.
Cuesntista chileno, considerado el maestro del género del realismo de su país.
Su obra literaria:
Libros: Subterra, Sub sole. 
Otros cuentos: Juan Fariña, Relatos populares, Inamible.

Ver más en Acomodando palabras


¡Busquemos un sinónimo, urgente!

"Cuando en un discurso se encuentran palabras repetidas y que, al tratar de corregirlas, se las encuentra tan propias que se echaría a perder el discurso, hay que dejarlas..."
Pascal


Para evitar repeticiones se puede recurrir a los sinónimos. Aunque se podría discutir un rato largo sobre ellos. 
Recordemos que no siempre existe una palabra que exprese exactamente lo mismo que otra.

Y... 
... ¡no olvidemos que la mejor manera de decir algo es con nuestras propias palabras!

Los libros que leo



Lo mejor sería leer primero las obras buenas. Servirían luego de criterio para juzgar a las demás.
[...]
Para aprender el arte de escribir por el estudio de los modelos no es necesario leer muchas obras, lo importante es leer las buenas.
[...]
Un literato que no lee, pierde la mitad del talento que podría tener.




Tomado de La formación del estilo

¿Quién, dónde...?



Las palabras pueden combinarse de maneras infinitas para lograr infinitos objetivos.
Pero tengamos en cuenta que cualquier historia que contemos —infantil, romántica, de horror— debe dejar bien claro, desde el principio, quién cuenta (punto de vista), dónde se desarrolla la acción y qué hacen los personajes mientras hablan.


Claudia Cortalezzi

¿"Que" o "de que"?


¿"Que" o "de que"?

Normalmente, por temor al dequeísmo, terminamos en otro error: el queísmo.

Algunos verbos no admiten “de que”:
Aclarar, afirmar, agradecer, anunciar, considerar, contar, creer, decir, imaginar, informar, jurar, negar, opinar, ordenar, pensar, pedir, prometer, recordar, responder, resultar, sugerir, ser, parecer.
Otros, en cambio, exigen el uso de “de que”:
Acordarse de, alegrarse de, arrepentirse de, convencerse de, darse cuenta de, enorgullecerse de, estar convencido de, estar seguro de, hablar de, olvidarse de, quejarse de, sorprenderse de, tener la certeza de, tener la idea de.

Ejemplos:

1) Estoy convencido que obtendremos el resultado deseado. (incorrecto)
Estoy convencido de que obtendremos el resultado deseado. (correcto)

2) Date cuenta de que yo no fui. (correcto)
Date cuenta que yo no fui. (incorrecto)

3) Me alegro de que te haya ido bien. (correcto)
Me alegro que te haya ido bien. (incorrecto)

4) Estamos a favor que se concrete el proyecto. (incorrecto)
Estamos a favor de que se concrete el proyecto. (correcto)


Nuestas palabras: nuestra propia voz

¿Cuántas veces nos preguntamos cuáles son las palabras adecuadas a la hora de escribir, y decidimos que lo ya escrito es mejor?

Acá el primer consejo:

¡NO a las frases hechas!
 

Las mejores palabras que podemos elegir son las propias, esas que no pueden ser reemplazadas.

Muchas veces nos decidimos por una frase hecha —un "clisé"— porque nos parece sensilla, común, ya empleada. Pero no nos detenemos a pensar que podríamos reemplazarla por otra más sensilla: una frase expresada con nuestras propias palabras,


                                                                                 Claudia Cortalezzi