Ayer, en el taller de la Biblioteca Sarmiento de Cañuelas, leímos y
discutimos "Mejor no", cuento de Giselle Aronson. De su libro Cuentos
para no matar.
Ya lo intuíamos, aunque no estaba demostrado. Un grupo de investigadores de la Universidad de Emory halló que luego de terminar una novela, se producen cambios temporales en la corteza cerebral. El estudio fue publicado en 2013 en la revista Brain Connectivity.